viernes, 1 de abril de 2011

Maltrato al Médico venezolano en el Post Grado

Muchos días pensando como arrancar ésta entrada a mi blog, en donde no pienso atacar a los médicos, por todo lo contrario, veo con preocupación y mucha tristeza que la deserción de galenos no sólo se deben a los bajos sueldos, escases de recursos, 1 un millón de causas más, el tema de por si es escabroso, y hasta delicado para le legislación laboral vigente.
La profesión médica es una actividad digna, honorada y decorosa que requiere una especial vocación de servicio. Exige del médico una gran responsabilidad individual hacia su paciente y una responsabilidad colectiva hacia el grupo social donde ejerce.
 De tal manera que la actuación del médico podrá provocar responsabilidad de orden civil, ya sea contractual o extra contractual, según el caso; de orden laboral, cuando el médico actúa COMO PATRONO O COMO TRABAJADOR; de orden ético y disciplinario, cuando falla en su conducta moral; de orden administrativo, cuando debe responder por los bienes patrimoniales del Estado en su carácter de director, administrador o jefe de servicio, o responder por los bienes de particulares, cuando es propietario o directivo de un instituto privado dispensador de salud; de índole penal, no sólo por aquellos delitos culposos relacionados con el homicidio y las lesiones culposas, sino también en la esfera de una serie de delitos de carácter doloso o intencional que el médico puede cometer con motivo de su ejercicio profesional. Entonces, la responsabilidad jurídica del médico está regida por el conjunto de normas jurídicas y de preceptos ético-morales, de carácter público y privado, que regulan la actividad del médico con motivo del ejercicio de su profesión, la relación jurídica médico-paciente y las consecuencias derivadas de la misma.
¿Por qué se genera ese resentimiento del médico residente de postgrado? Analicemos sus causas, y los efectos:
Pongamos como ejemplo, cualquier hospital grande de nuestra ciudad capital, en donde ni los Rayos X funcionan, hay tres tipos de residentes de postgrados, el residente de primer año (el cual es víctima de cualquier tipo de vejamen, maltrato, incluso psicológico, vale la pena recordar que el daño psicológico, o como se conoce en el ámbito del derecho penal moral, es de cuantía incalculable.
El segundo tipo, es el residente que lo conocemos acá en Venezuela, como el jalabola, muchos de los de primer año toman esta categoría a pasar a segundo, lamentablemente para ellos siempre van a ser unos vulgares chupamedias, porque el conocimiento que tienen no les da para mucho en realidad, el tercer tipo es el resentido, el cual también fue maltratado, y ahora, como está en tercer año, tiene que repetir el circulo vicioso, no es más que un simple pendejo en la vida, posiblemente no tenga moral para atacar a un compañero, porque si, entiéndase que los R1 y los R3 son médicos igualitos, nadie es especialista, y eso no es una jerarquía militar.
La Ley de Ejercicio de la Medicina establece en su capítulo IV, de los                       
«Deberes Generales de los Médicos»:
“Artículo 24: La conducta del médico se regirá siempre por normas de probidad, justicia y dignidad. El respeto a la vida y a la persona humana constituirá, en toda circunstancia, el deber principal del médico…”  ¿Por qué no se es respetado el principio legal que con el que se rige su profesión?...

En la próxima entrega, hablare y ahondare aún más en el llamado daño moral, que inclusive puede destruir la carrera médica en cuestión de minutos…

Por una Medicina responsable en nuestro país…

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